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viernes, 26 de noviembre de 2010

El registro

Resumen

Un día lluvioso era ese, y la anciana iba recorriendo el angosto sendero con mucha rapidez, aquella senda era un camino poco frecuentado y solitario el cual conducía a una pequeña población que se encontraba cerca del centro carbonífero, esta viejecilla trataba de ocultar un paquete entre su pañolón de lana.

Cuando ya estaba en su habitación dejo el paquete en su cama y prendió la chimenea y cuando el calor era suficiente coloco la tetera con agua para el mate que había comprado. Hacía mucho tiempo que quería volver a saborear aquel mate de yerba olorosa, pero le fue difícil recolectar el dinero, ya que su nieto trabajaba de portero de la mina y ganaba lo indispensable para poder vivir, y él era la única fuente de ingresos.


La yerba que vendían en el despacho del establecimiento era mala, mientras que la del pueblo era más deliciosa y fina, peor su valor era de cuarenta centavos, la mitad que en el despacho.
A través de los meses fue recolectando el dinero suficiente para comprar la yerba, procurando que su pequeño tuviera lo necesario. Después de haber recolectado el dinero ahora ella pensaba que lo más difícil seria ir a comprar la yerba, ya que si la descubrían la podía dejar sin lugar donde quedarse y se moriría de hambre, porque comprar cualquier cosa fuera del establecimiento lo consideraban como contrabando, para ir a comprar al pueblo decidió ir un día de lluvia, ya que la vigilancia era menor, ya ido su nieto, tomó las monedas y se fue.
Luego de haber salvado la cerca de alambres que delimitaba el terreno del establecimiento, se fue por el sendero estrecho, el cual evitaba hacer un gran rodeo por la carretera, y el camino era en línea recta. Era un camino extenso y agotador para ella, pero igual lo realizo sin ningún inconveniente por la excitación que la dominaba. La vuelta la sintió interminable y tortuosa.
En varios momentos estuvo tentada a botar el paquete y salir corriendo, pero el aromático olor de la yerba la hizo desistir de esas intenciones. Y cuando llego a su habitación y se quedo sola, le acometió una infantil felicidad.

Cuando estaba pensando en que volvería a probar esos mates de antaño, golpean la puerta y de una reacción maquinal escondió el mate debajo del banco. Eran el jefe de despacho y su joven dependiente, este último empezó a registrar todo.

Después de encontrar el paquete de yerba se quedaron solos la anciana y el jefe de despacho. Este último le dijo a la anciana que si no fuera una pobre vieja, estaría ahora en la calle, pero la perdono y la dejo quedarse.

Cuando la anciana se quedo sola, se encontraba muy agradecida, se hubiera caído de rodillas pero la alegría y el miedo eran tan grandes que estaba paralizada. Después de eso se dio vuelta hacia la chimenea y bajo la cabeza.

Análisis Literario
Personajes:
Anciana: era una vieja de baja estatura, delgada, seca, su rostro lleno de arrugas, con ojos oscuros y tristes, tenía una cara humilde.
Jefe de despacho: era un hombre de imponente figura, de barba rubia, de retorcidos mostachos y era una persona muy benevolente. 
Joven dependiente: era un muchacho que acompañaba al jefe de despacho, avispado y ágil.
Clasificación de los personajes:
Anciana: Principal
Jefe de despacho: Secundario
Joven dependiente: Secundario
Narrador: Omnisciente
Ambiente:
Físico: esta historia sucede en un centro carbonifero. A demas se pronuncia un sendero, el cual llegaba al pueblo. Este camino era estrecho, largo y tortuoso.
Psicológico: las personas eran limitadas por los dueños del centro carbonífero.
Social: tenían una estructura social en la cual perdían sus derechos naturales, ya que la compañía no les permitía hacer lo que querían.


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